Algo le pasa a mi tobillo derecho. Empezó dos días después de saber que Donald Trump había sido elegido como el próximo presidente de los Estados Unidos, y me duele un poco cuando ando. Cojeo…
¿Qué tiene que ver el estado de mi tobillo con las elecciones? Posiblemente nada. Pero sospecho que podría haber una relación. Ha sido elegido al puesto de máximo poder un hombre que ha dicho, entre muchas otras cosas, que construiría un muro en la frontera con México, que restablecería el ahogamiento simulado para los sospechosos de terrorismo, que prohibiría la entrada de las personas musulmanas a los EE.UU., que el cambio climático es un invento de China, y que a menudo habla con desprecio de las mujeres. Me siento incrédula, alarmada, asustada. Lo que creía que era tierra más o menos firme ya no lo es. Una falla, como las de mi estado natal de California, se abre bajo mis pies… Y cojeo.
A la vez, sigo viviendo mi vida. Veo la elección de Trump no solo como un terremoto, sino también como una nube gris que sé que está allí fuera. Pongo distancia entre mí y esa nube, seguramente por miedo: miedo a que si me acerco demasiado, se convierta en un agujero negro del cual no podré salir. (Soy consciente de que, más que del hecho en sí de que haya ganado Trump, la nube está compuesta de mis interpretaciones al respecto y, sobre todo, del miedo y dolor que me despiertan. Quiero buscar un contexto seguro para procesar, para mirar y tocar mi miedo de pleno, para hacer mi duelo con relación a las necesidades que experimento como muy poco cubiertas. Tengo la esperanza de que mi miedo se podrá transformar en algo bello, en energía renovada.)
Terremoto, nube gris… Y también despertador. Gracias a la lectura de reflexiones de otras personas sobre los resultados de las elecciones en los EE.UU., puedo vivir los resultados como un despertador que nos llama a tod@s a abrir los ojos para ver con más claridad que nuestro mundo, tal como está estructurado actualmente, es totalmente insostenible: insostenible para la salud de nuestro planeta, e insostenible para la salud humana, tanto la salud de nuestros cuerpos como la de nuestras almas. Un despertador que nos llama a hacer lo que esté en nuestras manos para ayudar a cocrear “el mundo más precioso que nuestros corazones saben que es posible” (como dice el título del libro de Charles Eisenstein), el mundo de la visión del Nuevo Futuro de la red global de CNV:
Visualizamos un mundo donde los sistemas, culturas e individuos apoyan el bienestar y empoderamiento de todas las personas, cuidando la vida pasada, presente y futura.
Quiero compartir aquí traducciones de unos extractos de tres de los escritos que me han ayudado a vivir la elección de Trump como un despertador, un llamamiento.
Otto Scharmer, autor del libro Teoría U: Liderar desde el futuro a medida que emerge, en su artículo On the Making of Trump – The Blind Spot That Created Him, (significa algo así como Construyendo a Trump – El Punto Ciego que lo Creó) escribe:
¿Qué es lo “bueno” que el Presidente Trump podría traernos?
Soltar cualquier ilusión de que los cambios necesarios de nuestros tiempos se originarán en la Casa Blanca o en cualquier otra estructura vertical. Provendrán de un nuevo movimiento de agentes de cambio locales y multilocales.
En su primera entrada de blog tras las elecciones, A Nation, Divided, with Liberty and Justice for the Few (Una Nación Dividida, con Libertad y Justícia para la Minoría), Miki Kashtan, formadora de CNV, dice:
Estoy impactada porque considero la elección de Donald Trump como peligrosa para la humanidad, por sus acciones y políticas claramente impredecibles, como lo es todo en él. En este contexto, experimento una necesidad de reorientarme profundamente, y esto es de lo que va mi conmoción: por mucho que haya sido crítica con el statu quo, y por mucho que haya creído que ya estábamos dirigiéndonos hacia una destrucción cada vez mayor, era algo conocido. Una presidencia de Hillary Clinton habría sido, desde mi perspectiva, más de lo mismo. Me habría permitido seguir viviendo mi vida y haciendo mi trabajo con una calma relativa durante un tiempo, con una negación pequeña y sutil de la situación global a la que nos enfrentamos. Con la elección de Donald Trump, este lujo ya no es posible.
Much@s de los que nos preocupamos por la vida en este precioso planeta sabemos que no es posible continuar trabajando igual que siempre y cambiar las cosas. Aunque este no es ni mucho menos el resultado que deseaba, poco a poco me estoy decantando hacia buscar la posibilidad de una nueva unión en oposición a las fuerzas mayores que llevan a una presidencia tras otra sin cambiar la lógica subyacente que nos divide y nos enfrenta entre nosotr@s.
Y una semana después, Miki comenta lo siguiente en Protecting and Learning in a Time of Hatred (Proteger y Aprender en Tiempos de Odio):
Ahora veo el alivio que habría sentido si Hillary Clinton hubiese sido elegida más claramente como un “chute” de una droga que ya nos estaba destruyendo, y la elección de Donald Trump como un “tocar fondo”…
Crear un cambio, llegar al mundo con el que sueño, junto con muchas otras personas – un mundo que realmente funcione para tod@s, donde las necesidades estén en el centro de todas las decisiones—requeriría una reestructuración fundamental de los sistemas básicos de la sociedad. Supondría alejarse del gran peso de la responsabilidad individual, el aumento de la pobreza relativa, y la acumulación cada vez mayor de las más altas esferas. Ya lo hemos probado, y cada vez somos más los que sabemos que esto no funciona.
Lo que no hemos intentado, lo que no se enseña y con lo que solo se ha experimentado un poco, es concebir una manera radicalmente distinta de hacer la vida social humana. Much@s la anhelamos y sospechamos que es posible, y algun@s hemos estado construyendo y articulando esta visión. Supondría acercarse a la colaboración, la comunidad, la transparencia colectiva, y un tipo de libertad distinta que no tiene que ver principalmente con perseguir los intereses materiales propios a cualquier precio. Yo misma he pintado un detallado cuadro de este mundo en mi libro “Reweaving Our Human Fabric”, (Recomponiendo el tejido social), de modo que sé que es posible.
Nuestro fracaso colectivo, tal como lo veo, es que no hemos encontrado la manera de articular esta visión que sea atractiva, que esté realmente libre de elitismo, que tenga en cuenta la diversidad de experiencias de la gente, y que a la larga sea cocreada con otr@s, especialmente con aquell@s que trabajan con sus manos y sus cuerpos. Creemos y decimos que este es el mundo del futuro, pero continuamos actuando de unas maneras que prácticamente garantizan que no seremos capaces de crear alianzas efectivas entre clases y razas.
No pretendo saber cómo se hace, y tampoco he tenido mucho éxito a la hora de intentar superar las divisiones de clase. Hablo de esto precisamente porque no creo que muchos de nosotr@s sepamos cómo hacerlo. Nuestros esfuerzos visionarios son inaccesibles para la gente que los necesita de verdad, y veo que es una tarea monumental, desesperadamente necesaria, poner una auténtica alternativa visionaria al alcance de las personas que están hartas de más-de-lo-mismo…
Ya que vengo del enfoque de la CNV, la base de aquello en donde me gustaría poner mi energía es recuperar nuestra capacidad de ver a través de todas las diferencias, entender, desde dentro, las experiencias de las otras personas, y hallar junt@s las necesidades comunes que compartimos para empezar a imaginar estrategias que puedan cubrir estas necesidades para tod@s nosotr@s.
Miki es una de las personas involucradas en el diseño Plan para el Nuevo Futuro, y una de las razones por las que tanto me inspira este plan es precisamente que está comprometido con abordar los temas que Miki menciona arriba. El plan es un intento de reestructurar los sistemas de la red global de CNV para fomentar, entre otras cosas, colaboración, comunidad, disponibilidad de recursos donde sean más necesarios y accesibilidad para todo el mundo, incluyendo miembros de colectivos que raramente participan en eventos de CNV.
Te animo a informarte sobre el Nuevo Futuro, y a involucrarte con esta propuesta cuando empiece a implementarse. ¿Quién sabe? Con suerte, la red CNV podrá encarnar el cambio que deseamos ver en el mundo.
Helen Adamson
Me alegra la idea de crear Red para compartir recursos, proyectos, etc sobre la herramienta de la cnv
Me gustaría que se colgasen recursos en español sobre cómo aplicar la cnv en el mundo de la educación. Gracias
Muchas gracias, María, por tu comentario. Tu petición de que cuelga recursos en español sobre cómo aplicar la CNV en la educación me está inspirando. A lo mejor dedico un boletín a este tema en un futuro no muy lejano.
Un cálido saludo,
Helen